¿Deberían existir las backdoors en nuestros dispositivos?

Seguridad vs privacidad, un debate que ha cobrado fuerza en fechas recientes.

Las backdoors o puertas traseras son accesos a los sistemas de una forma secreta, evadiendo los sistemas y protocolos de seguridad. El problema de estas entradas es que comúnmente son utilizadas por piratas cibernéticos en busca de robar información.

Lo primero que todo mundo pensaría es que lo mejor es eliminar los backdoors, pero el último capítulo en el debate de seguridad vs privacidad lo escribieron el FBI y Apple cuando la agencia gubernamental exigió a Apple la instalación de una backdoor para ingresar al sistema de un iPhone 5C recuperado del caso de San Bernardino, a lo que Apple respondió por medio de Tim Cook con una premisa: “No puedes tener una puerta trasera únicamente para los buenos, cualquiera puede utilizarla”.

Este caso ha detonado varias preguntas relevantes para el debate de seguridad contra privacidad: ¿Realmente son necesarias las puertas traseras en los dispositivos móviles?, ¿de verdad nos gustaría que las agencias gubernamentales tuvieran acceso sin restricción a nuestra información privada?.

Sin importar la postura que nosotros como usuarios tomemos, es innegable que los pros y los contras sobre este tema den mucho de qué hablar y mucho sobre qué reflexionar. Expertos en el tema aseguran que el verdadero debate no es de seguridad vs privacidad, sino control vs libertad, pues existen muchas medidas nuevas de seguridad en el mundo, como las cerraduras inteligentes, cercas residenciales electrificadas y la prohibición de líquidos en los aeropuertos.

La realidad es que esas medidas palidecen ante la idea de que la seguridad excesiva sólo afectan cuando se mete con la privacidad de los individuos, pues todos queremos que se prevengan los posibles ataques terroristas del futuro pero es seguro que a nadie le gustaría que terceros pudieran ver sus movimientos bancarios y estados de cuenta.

La opción que parece más viable en este dilema es hacer un verdadero balance, y ceder un poco de la privacidad para ganar seguridad; y aunque parezca disonante, ya existen medidas de este tipo como lo son los circuitos cerrados de vigilancia y las cámaras de seguridad web.

Mientras los desarrolladores se ponen de acuerdo en el debate ético, es muy cierto que ya existen muchas aplicaciones maliciosas y malware que crea backdoors en nuestros dispositivos móviles, pensadas para extraer nuestra información personal. Por esto motivo lo más recomendable es tener protección adicional a la que el sistema nos da de forma nativa, como por ejemplo utilizar PSafe Total, que protege el dispositivo de cualquier puerta trasera que alguna app trate de instalar.

Así que no está de más reflexionar sobre este debate que al parecer no terminará pronto, pues todos deseamos la seguridad ante todo, pero la pregunta es qué tanta privacidad estamos dispuestos a ceder, especialmente si lo aplicamos a un país propenso a la corrupción como, por desgracia, lo es México.