Usuarios temen más al robo en la red que de forma física

La preocupación por ser víctima de un robo en internet aumenta cada mes, aunque las medidas de seguridad no lo hacen a la par.

Año tras año las estafas y los delitos en internet cobran más víctimas y para bien o para mal, los usuarios se están haciendo más conscientes de esta situación aunque no siempre toman las medidas de protección necesarias.

El temor a sufrir algún tipo de ciberataque bancario está presente y la prueba está en un reciente estudio dado a conocer por el equipo de Norton desde Mountain View en donde descubrieron que de una muestra que incluía a 17 países, 62% de la gente considera que es más probable que le roben información de su tarjeta de crédito por internet que en un encuentro cara a cara.

Esta cifra no es de extrañarse si se toma en cuenta que de esta misma muestra el 47% ya ha sido víctima de un delito similar en el pasado.

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El comercio en internet está creciendo y cada día hay un usuario nuevo en la red proporcionando por primera vez los datos de alguna de sus tarjetas, lo cual promueve una serie de servicios digitales muy útiles, pero cuando esta actividad no se ejerce con responsabilidad las historias terminan en pérdidas para los usuarios.

El grupo más preocupado por esta situación resultaron ser los Baby Boomers, quienes hoy por hoy tienen un poder adquisitivo más grande que el de los Millennials lo cual les permite gastar más dinero en este tipo de actividades y aunque en ocasiones se les relaciona directamente con un grupo desinformado sobre temas tecnológicos, cuando se trata de ciberseguridad parecen tener mejores hábitos. El 42% de los Baby Boomers utiliza contraseñas seguras en la red mientras que el 31% de los jóvenes están más expuestos a ataques.

Las consecuencias monetarias

En promedio las implicaciones monetarias por robos en la red rondaron los US$358 por persona ($5,500 pesos mexicanos) lo cual nos habla de que en realidad no se necesita tener una cuenta millonaria para representar un objetivo para los ciberdelincuentes.

Generalmente las denuncias de este tipo giran en torno a compras no reconocidas en sitios de internet, falsificación de identidad o clonación de plásticos, lo cual quizás no represente el robo más importante del ladrón, pero que sin duda repercute en la economía y tiempo del usuario.

Desafortunadamente este tipo de números crecieron de forma preocupante en 2014 y las estadísticas sobre la primera mitad de 2015 no son muy alentadoras. Es necesario redoblar esfuerzos para educar a la gente en materia de seguridad digital pues incluso entre los encuestados en este estudio se encontró que menos de la mitad utilizaba una contraseña fuerte y que uno de cada tres no tiene clave de bloqueo para sus dispositivos.