Integración continua elimina posibles bugs en el desarrollo de apps

Cuando comenzamos a usar un aplicativo ni imaginamos la cantidad de etapas que envuelve su desarrollo. Como si no bastase solo crear la app, la mayoría de los desarrolladores tiene como desafío el mantenerla en constante actualización para arreglar fallas y hasta presentar nuevos recursos.

Sin embargo, ¿imaginas varios programadores interviniendo juntos en el mismo código de un aplicativo? Solo para empezar, las oportunidades de producción de bugs y fallas se vuelven inmensas, razón por la cual ya existen metodologías como la integración continua (continuous integration) con la intención de facilitar ese proceso.

Conocida como CI, esa práctica exige que los desarrolladores integren el código abierto de un aplicativo, por ejemplo, en un repositorio compartido. Así, cada vez que algún programador cree una nueva actualización, el código es actualizado automáticamente en ese software para acceso comunitario de todo el equipo. Y la parte más interesante de ese proceso es que la propia plataforma puede realizar pruebas unitarias en la novedad para garantizar que esté funcionando según lo planeado.

PSafe es una de las empresas que adopta esa metodología de compartimiento, pues estableció un sistema automatizado para la ejecución de pruebas de actualizaciones. “Con la herramienta, varios desarrolladores trabajan juntos, existe una integración plena de los cambios propuestos y se realizan diversas pruebas para garantizar el funcionamiento de la novedad en el aplicativo.

“Además de una integración y control más eficaz entre todo el equipo de desarrolladores, la calidad del producto final también mejora”, cuenta Felipe Alves, programador de PSafe.

Y la gran ventaja de integrar el código de un aplicativo es justamente esta: los errores son detectados más rápidamente y las soluciones y correcciones pueden ser realizadas con mayor facilidad. ¿Quién se beneficia con eso? somos nosotros, los usuarios, con aplicativos funcionando muy bien y sin bugs.