Internet: Marco Civil en Brasil x archivo de datos en los EE.UU.

El 25 de marzo sacudió los bastidores en el mundo del Internet. El mismo día que la Cámara de Diputados en Brasilia comenzó a crear la Constitución del […]

El 25 de marzo sacudió los bastidores en el mundo del Internet. El mismo día que la Cámara de Diputados en Brasilia comenzó a crear la Constitución del Internet en Brasil – es posible conocer los puntos principales del Marco Civil aquí – Barack Obama anunció, en los Estados Unidos, la posibilidad de archivo masivo de los datos recopilados por el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

La presidenta brasileña cedió y, tras una semana de negociaciones con las coaliciones de gobierno, aprobó una versión que demostró la fuerza del PMDB, partido que logró eliminar de la propuesta original la exigencia de que las empresas que operan datos en el país los archiven en Brasil, construyendo centros de datos, y la adición de legislación legal, queda lo que ya se exige en la legislación brasileña para los que operan dentro de las fronteras, mismo que no mantegan oficina aquí.

El Congreso Nacional se apresura a aprobar el Marco Civil y mejorar el discurso de la presidenta Dilma Rousseff contra el espionaje estadounidense. El texto, bien recibido por el padre del Internet, Tim Berners-Lee, debe ser presentado en abril, cuando Brasil será sede de la Conferencia Internacional sobre la Gobernanza en Internet en busca de ser uno de los protagonistas en los debates en torno a los derechos y deberes de los ciudadanos, empresas y gobiernos en la red.

Ya los Estados Unidos tratan de tranquilizar a sus socios y demostrar que las preocupaciones son exageradas, incluso sin saber lo que se encuentra todavía en la posesión de Edward Snowden. El archivo de datos masivo anunciado por Barack Obama es paliativo y no debe ser entendido como el fin del espionaje estadounidense, pero podría indicar el final de la aprobación automática por el Congreso de ese país para las acciones de espionaje de la estatal.

Las dos medidas se van de encuentro al clamor de la opinión pública que exige la privacidad en la red y son los primeros capítulos sobre la redefinición del uso cotidiano del Internet.