FBI parece haber ordenado ataques cibernéticos en Brasil

la lista de objetivos era grande y contenía más de 2.000 dominios de Internet, incluidos los sitios de los gobiernos de Irán, Nigeria, Pakistán...

The New York Times pone en duda si el FBI está detrás de ataques cibernéticos internacionales y muestra conexión de la policía federal estadounidense con el hacker Sabu, uno de los miembros más importantes de LulzSec (anteriormente Anonymous), detenido en 2012 después de coordinar grandes ataques contra PayPal y MasterCard en el año 2011.

Colaborando con las investigaciones, Sabu explotó la vulnerabilidad de alojamiento web e instó a otros hackers a extraer datos de los registros bancarios y de información de acceso a los servidores de los gobiernos extranjeros. Las informaciones se enviaban a un servidor controlado por el FBI.

Según el diario, no se puede comprobar que los ataques fueron ordenados por el FBI, pero la lista de objetivos era grande y contenía más de 2.000 dominios de Internet, incluidos los sitios de los gobiernos de Irán, Nigeria, Pakistán, Turquía y Brasil, Embajada de Polonia en Gran Bretaña y el Ministerio de Electricidad de Irak, invadido por Hammond, después de las instrucciones de Sabu.

En Brasil, Sabu instruyó a un grupo de hackers, conocido como Havittaja, a atacar direcciones nacionales. El grupo derribó a los sitios web de los gobiernos del Distrito Federal y de Río de Janeiro y la ANEEL (Agencia Nacional de Energía Eléctrica), y los mensajes de agradecimiento de los hackers citaban Sabu. Ninguno de los cibercriminales se ha identificado por aquí.

El verdadero nombre de Sabu es Héctor Xavier Monsegur y se cree que todavía es un informante del FBI, ya que la sentencia que determinará el número de años que se convertirá en recluso, se pospone constantemente. Cómo ‘X9’, Sabu "ayudó" a detener a Hammond, que há sido sentenciado a diez años de prisión, y se le imputa la detención de seis miembros de LulzSec. Sabu parece trabajar para tratar de reducir el tiempo que pasará en la cárcel y, por tanto, lejos de sus hijos. Ya el FBI mantiene cruzada para condenar a activistas cibernéticos a largas penas de prisión.